martes, 2 de diciembre de 2008

IGLESIA DE FRANCIA ESTA UNA CAPILLA QUE VENERA A SANTA KALI Y A MARIA MAGDALENA



Mito?, ¿Leyenda? o ¿Realidad? La Figura de María Magdalena siempre ha estado rodeada de un cierto halo de misterio, siendo uno de los personajes clave y testigo de la pasión de Cristo y su posterior resurección, parece haber ciertas "discrepancias" al referirse a su persona según sean los evangelios bíblicos o los Apócrifos quienes nos hablen de su vida.
Es esta mujer de la cual durante dos milenios hemos tenido diferentes opiniones o versiones según fuese su mentor, según quien fuese quien se pronunciase acerca de ella.
Su historia sigue siendo hasta nuestros días de las más enigmáticas del Evangelio.
Cierto es que en el santoral católico sólo se celebra una, cuya festividad tiene lugar el día 22 de Julio, pero debemos de tener en cuenta que en la liturgia ortodoxa griega, sin embargo, las reconocen y diferencian a tres mujeres distintas unas de otras.
Cuadro del Greco, "La Magdalena"En primer lugar cabe preguntarse si al hablar de María Magdalena estamos refiriéndonos a una, dos o tres personas distintas…a saber, una sería María Magdalena, la mujer poseída por siete demonios y liberada por Jesús, que más tarde se integraría al grupo de mujeres que le seguían hasta la crucifixión y resurección.
(Lc. VIII; Jn XX, 10-18) Otra sería La pecadora que ungió los pies de Jesús (Lc., VII, 37-50). y por último nos encontramos con María de Betania, la hermana de Lázaro y Marta. (Lc., X, 38-42).
En la tradición oriental se afirma que, después de Pentecostés, María Magdalena partió hacia Éfeso principal puerto romano en Asia Menor, acompañada de la Virgen María y San Juan y allá sería donde murió. Fue a mediados del siglo VIII, cuando San Wilibaldo visitaría en Éfeso el santuario de María Magdalena y posteriormente en el 886 serían llevadas sus reliquias a Constantinopla.
En cambio, como he comentado anteriormente, en la liturgia romana, se identifican los tres pasajes del Evangelio haciendo referencia a una misma persona por parte de los cuatro evangelistas.
Creo interesante señalar que en algún momento de la historia se puede producir una "confusión o intoxicación" intencionada o no, entre María Magdalena y Santa Maria Egipciaca (Penitente). Esta última vivió en el siglo V, siendo una mujer libertina y pecadora, que dejó atrás su vida mundana para ir a hacer penitencia retirándose a vivir de forma ermitaña en el desierto durante los últimos 40 años de su vida.

Frontispicio de la Iglesia de Santa Maria Magdalena de Rennes-le-Château

San Gregorio de Tours (Obispo e historiador francés del siglo VI) hace una referencia en uno de sus muchos escritos diciendo que María Magdalena hubiese huído de Palestina y llegado a costas francesas, concretamente señala como Aix-en-Provence (población próxima a Marsella) como su punto de llegada.
Es en el siglo VI también cuando el Papa Gregorio I El Grande hace una proclamación supuestamente malinterpretando el evangelio de Lucas, haciendo ver que María Magdalena era una prostituta y una pecadora arrepentida y no será hasta el año 1969 que el Vaticano bajo el mandato del Papa Pablo VI, hace una reforma en la liturgia y se elimina esta visión de la figura de María Magdalena como prostituta.
La imagen de Maria Magdalena está reflejada en numerosas obras en todo el LanguedocTambién es sabido que en los evangelios apócrifos se insinua una supuesta relación de pareja entre María Magdalena y Jesús, así lo hace ver el evangelio apócrifo (no canónigo) de Felipe.
No es ésta la única polémica afirmación de una historia "olvidada" o supuestamente "oculta" por la iglesia desde el concilio de Nicea (325 d.c.)
Son numerosos los Teólogos e investigadores que incluso llegan a especular con la idea de que la boda de Caná, citada en el Nuevo Testamento, bien pudiera tratarse de la ceremonia de unión entre Jesús y María Magdalena.
Toda una idea herética para la iglesia católica… ¿ y qué decir de una supuesta posible descendencia de la unión entre Jesús y María Magdalena?… otra gran herejía para la iglesia católica de la cual se hace eco y difusor y defensor un supuesto moderno "Priorato de Sión" capitaneado por Pierre Plantard un personaje al que en su día dedicaremos un extenso artículo.
Resulta obvio que la figura de María Magdalena nunca tuvo un papel principal como así sucede con el resto de los apóstoles al menos en el Nuevo Testamento…
Sin embargo, si leemos los evangelios apócrifos comprobaremos que al parecer había cierta envidia hacia ella por parte de los apóstoles y sobre todo por parte de uno de ellos, Pedro. No olvidemos el fresco de Leonardo Da Vinci donde también se representa a Pedro en un gesto amenazante hacia una figura que perfectamente pudiese tratarse de María Magdalena….¿Rivalidad apostólica…?
Encontramos un curioso referente al poder femenino de la evangelización dentro de la religión Cátara donde la mujer contaba con una igualdad frente al hombre y tanto uno como otro podía predicar y realizar ceremonias en la comunidad.

Cuadro del Siglo XII en el interior de la iglesia-fortaleza de Les Stes Maries de la Mer

Algunos teólogos y numerosos investigadores, unos con tajantes afirmaciones y otros con desarrolladas hipótesis han llegando a conclusiones que apuntan a que María Magdalena pudo ser la esposa de Jesús.
En cualquier caso es a partir del siglo XI cuando parece cobrar fuerza la leyenda, una leyenda que no está respaldada por la iglesia y que narra la llegada de María Magdalena a las costas de la Provenza (Sureste del Languedoc).
Sara kali también conocida comoSara la negraAquí encontramos un pueblo costero en el margen derecho de la desembocadura del Ródano, Saintes Maries de la mer (Santas Marías del mar).
Es aquí donde nace la leyenda donde, según se cuenta en el siglo I, sobre el año 42 de nuestra era, fueron a desembarcar las tres Marías: María Salomé, María Jacobea junto a Lázaro, José de Arimatea, María Magdalena y una hija o criada suya de nombre Sarah conocida con el apodo de Sara "la negra".
La misma leyenda nos dice que portaban con ellos el Santo Grial, recipiente en el cual José de Arimatea recogió la sangre que Jesucristo derramó durante su crucifixión.
Saintes Maries de la Mer es un pueblo costero situado a orillas del mediterráneo,allí tiene lugar cada año los días 24 y 25 de mayo una multitudinaria romería a la que acuden miles de gitanos llegados desde toda Europa para venerar a Santa Sara, por la que profesan una enorme devoción y pasean por las calles del pueblo hasta llegar a introducir su imagen en las aguas a la orilla del mar.
Las imágenes se encuentran en el interior de la iglesia, una iglesia-fortaleza construida en el siglo XII sobre un antiguo templo pagano.
Campanario de la iglesia-fortalezadel siglo XII donde esta la cripta de Sainte SaraEn esta iglesia bajo el altar encontraremos una cripta donde se rinde culto a Sara, conocida también como Sara Kali o Sara la Negra.
Una venerada talla que ha dado mucho que hablar durante siglos…
Es en este enclave costero donde tuvo origen una leyenda que arraigo fuertemente en toda la Provenza y que se extendería más tarde a toda Francia…
Teniendo en cuenta el hecho histórico y constatado de que en aquella época la zona meridional de las Galias era a veces un lugar destinado, a modo de castigo y otras de forzado exilio a las personalidades, de ese modo, personajes del nuevo testamento de la talla de el mismisimo Poncio Pilatos llegaron a estas tierras.
Este era a veces el proceder mas benevolo de Roma, por lo tanto la idea de que Maria Magdalena lo hubiese hecho podria ser también bastante posible. La presencia de comunidades de origen judio en la región era un hecho innegable.
Existe una versión que nos dice que sería a raiz de la muerte de San Estaban, protomártir (primer mártir) del cristianismo cuando se levantaría en Jerusalén una persecución contra los cristianos y comenzaría de este modo también la huida de muchísimos de ellos de Palestina. Entre estos cristianos se encontraría María Magdalena.

Figuras sacadas en procesión de las Santas Marias en la barca

Pero si tenemos en cuenta que San Esteban fue mártir hacia los 5 años siguientes de la crucifixión esta versión no sería válida cronológicamente en cuanto a la salida de María Magdalena hacia Egipto y posteriormente a su llegada a la costa francesa en el año 42.
Las matemáticas no fallan… Siendo Jesús crucificado a los 33, y llegando a la Provenza María Magdalena en el año 42, su supuesta descendencia contaría con la edad de 9 años y no de 12 como se suele decir en ocasiones, claro que también se dice que quizas ese Santo Grial pudiese tratarse de la tan nombrada "sangre real" y en cualquier caso, difícilmente pudo llegar a tierras francesas en estado de gestación, más posible sería en este supuesto caso de que trajese con ella algún hijo, fruto de la unión con Jesús.

Plafón y escudo del ayuntamiento que hacen referencia a la leyenda

Dejando atrás mi anterior razonamiento en cuanto a la salida de Maria Magdalena de Palestina, y suponiendo que esta huida o exilio tuvo lugar inmediatamente después de la Pasión es lógico pensar que siendo como eran figuras próximas al Nazareno quizas tuvieron que verse obligados a un forzado exilio huyendo de una tierra, la de Palestina que no les ofrecía ninguna seguridad tras los acontecimientos del prendimiento y la posterior crucifixión de Jesucristo y sería por ello posible que se encontraran en el "punto de mira" de las autoridades.
Entrada a la Iglesia del Pueblo Saintes Maries de la MerSupuestamente su primer exilio la llevo a tierras de Egipto, donde hubiese tenido descendencia… ¿Un hijo y descendiente de Jesús…? Huida o deportada el caso es que según cuenta la leyenda hasta estas tierras llegaría allá por el año 42 de nuestra era.
No olvidemos que ya en el siglo I existía un regular tránsito mercantil en embarcaciones establecido por todo el Mediterráneo que contaba con diferentes rutas marítimas, aun así la leyenda de Santas Marías de la Mar nos narra que su llegada fue a bordo de una pequeña embarcación carente de velas, remos o timón alguno. Cuenta la leyenda que María Magdalena una vez en tierra francesa marcharía junto con Lázaro a Marsella y es allí cuando comenzaría a evangelizar durante años toda la Provenza.
María Magdalena vivió sus últimos años en una cueva, en una montaña cerca de Sainte-Beaume, en la Provenza, y allí murió haciendo penitencia por sus pecados.
El Rey de Sicilia Carlos II, hizo levantar allí una hermosa iglesia y un convento de dominicos. En la iglesia de San Maximin, tras una urna de cristal se puede hoy día contemplar una reliquia de la cual se dice que es su cráneo.
Torre-campanario de laiglesia-fortalezaEn conclusión, existe una leyenda de fuertes raíces y tradición popular en toda Francia que narra la llegada a estas tierras de María Magdalena. De esta leyenda a pesar de como digo estar muy arraigada aún hoy día existen tanto fervientes y convencidos defensores como detractores de la misma.
Una cosa está clara y es que la figura de María Magdalena tiene una gran presencia no sólo en esta región sino también en todo el resto de Francia donde existen numerosos templos en su advocación y de entre todos ellos personalmente un servidor tiene preferencia por uno muy concreto, la iglesia de Santa María Magdalena de Rennes-le-Château…
…. Siglos después de la cruzada contra los cátaros que bañó de sangre esta misma región de Francia, ¿volvía de nuevo a surgir un peligro "herético" de la mano de un simple párroco rural? ¿del simple párroco de la iglesia de Santa María Magdalena en una aldea aíslada…?
La inteligencia no era precisamente una virtud de la que careciera Saunière, en ese supuesto caso no se hubiese atrevido en "soledad" a tamaño desafío… A buen seguro en ese supuesto caso habría tenido las espaldas bien "cubiertas".
El paso de los años han deteriorado notablemente el frontispicio de la iglesia de Rennes-le-Château donde aun se pueden vislumbrar en los vértices inferiores que conforman el pórtico dos medallones que hacen alusión a la leyenda, en uno, el izquierdo, figura José de Arimatea sobre una barca portando el grial y en el opuesto se representa la llegada de María Magdalena subida también sobre una barca…
Bajo relieve del altar de la iglesiade Rennes-le-Château¿Acaso otro de los mensajes dejados por Saunière?
María Magdalena es sin duda el personaje central de toda la obra del párroco:
Una torre, la tour Magdala, una gran casa señorial Villa Betania (como la casa de Lázaro, hermano de María Magdalena) y una pequeña gruta o cueva a escasos metros del cementerio.
¿Pudo Saunière encontrar algo que confirmase la presencia de María Magdalena en el sur de Francia…?
Y no sólo eso, sino que quizás…¿ hubiera encontrado algún documento o prueba que hubiese estado oculto hasta el siglo XIX…? y ¿qué podría atestiguar esa prueba o documento ?… ¿algo herético y que hubiese podido "desestabilizar" al catolicismo?…
¿Algo quizás que hubiese podido permitirle chantajear a la propia iglesia católica…? Puede que alguna de las respuestas a estos interrogantes estén hoy día a buen recaudo, en la mismísima biblioteca del Vaticano.

domingo, 30 de noviembre de 2008

LEYENDA DE SARA KARI






La leyenda de Sara Kali
Uno de los argumentos favoritos de aquellos que sostienen el origen hindo-europeo de los gitanos es la leyenda de Sara kali, a través de la cual hilvanan sin esperanza las mas absurdas teorías tratando de relacionarla con la sanguinaria Kali de la India. Tales estudiosos especulan con la coincidencia de los nombres, como sigue: "Sara kali era negra; Kali es una deidad india negra; por lo tanto, Sara kali es la Kali india";ésta manera de razonar es similar a la siguiente:"Elvis Presley murió en Memphis; Memphis es en Egipto; entonces, Elvis Presley murió en Egipto"...No, esta comparación no es exagerada, es muy objetiva, porque ellos no han investigado si hay alguna relación real entre las dos Kalis, ni tampoco tienen en cuenta que la leyenda de Sara kali e absolutamente desconocida por la gran mayoría de los gitanos (que tampoco tienen alguna leyenda similar). Ahora consideremos cuál es el origen de ésta leyenda, y su relación con los gitanos, citando el documento mas antiguo que tenemos:«Una de las personas de nuestro pueblo que recibió una de las primeras revelaciones fue Sara la kalí. Ella era de cuna noble y era jefe de su tribu en la cuenca del Ródano. Ella conocía los secretos que le habían sido transmitidos... Los gitanos en aquél tiempo practicaban la idolatría, y una vez al año ellos ponían sobre sus hombros la estatua de Ishtari [¡Astarte!] e iban al mar a recibir la bendición allí. Un día Sara tuvo visiones que le informaron que las santas que habían presenciado la muerte de Jesús estaban llegando, y que debía ayudarlas. Sara las vio llegar en una barca. El mar estaba embravecido, y la barca parecía que iba a hundirse. Sara extendió su vestido sobre las aguas y, usándolo como flotador, llegó hasta donde estaban las santas y las ayudó a llegar a la tierra firme».(Franz de Ville, "Tziganes", Bruselas, 1956).Es interesante que los gitanos, no habiendo leído la Biblia en aquél tiempo (era imposible, porque estaba escrita en latín y prohibida al alcance del pueblo; lo que es mas, casi toda la gente era analfabeta, y los gitanos aún mas), hayan tenido conocimiento de la diosa cananeo-babilónica Ishtar! Ellos no sabían nada de Lakshmi, Parvati, Indrani, Annapurna, o algún otro ídolo de la India, pero conocían a Ishtar, que por aquél tiempo, cuando los gitanos llegaron a Europa, ya no era conocida bajo ese nombre desde hacía al menos un milenio! El relato es fidedigno, pues el nombre "Ishtari" no puede haber sido inventado por el autor, el nombre suena como una palabra auténticamente gitana. Ishtar había sido de hecho adorada por los antiguos israelitas del Reino de Samaria, aquellos que fueron deportados por los asirios y llegaron a la India. También es notable el hecho que los gitanos ya en aquellos tiempos habían reconocido que la religión católica romana consistía en reemplazar los ídolos paganos con los santos pero manteniendo los mismos rituales, y el culto de María era exactamente el mismo que el de Ishtar.Otro detalle (ignorado a propósito) es que el carácter de Sara kali es completamente el opuesto del de la india Kali, pues ella (Sara) se presenta como una creyente generosa. Los estudiosos que afirman que los gitanos una vez eran devotos de Kali muestran en realidad cuánto ellos ignoran el carácter de la cultura romaní: los gitanos jamás adorarían una deidad de la muerte, la violencia y la destrucción! Mucho menos cuando tal culto implica actos de promiscuidad sexual! Adjudicar un tal pasado a la religión romaní es grandemente ofensivo hacia los gitanos. Otro detalle que es ignorado es el nombre mismo de la santa: Sara, a quien los gitanos consideran como la madre del propio pueblo. Y Sara, hasta prueba contraria, fue la madre del pueblo hebreo... Oh, sí, los estudiosos insistentes pueden argumentar que Sara kali es Sarasvati - en tal caso, Brahma es Abraham, por qué no?... Si uno se propone de encontrar coincidencias de nombres, normalmente lo logra.Aún otro detalle es que Sara kali es conocida sólo por los gitanos de Europa occidental (calé y sinti), mientras que todo el grupo de gitanos orientales no sabe nada de ella, y no tiene ninguna leyenda equivalente. La primera mención histórica de Santa Sara es del 1521 c.e. (La leyenda de las Saintes-Maries, por Vincent Philippon), y cuenta de ella como una mujer caritativa que ayudaba la gente recolectando limosnas, lo que alimentó la creencia popular que fuera una gitana. En aquél tiempo, los gitanos estaban en esa región hacía ya mas de un siglo. Ellos adoptaron Sara como la propia santa porque vieron en ella un carácter en común, y porque su nombre era el que ellos reconocían como de la madre del propio pueblo. Como la santa era de piel obscura, la llamaron "e kali", es decir, "la negra" ‒ ¡no es un nombre, es un atributo! Los gitanos de esa región no llegaron allí por la vía de Europa oriental, sino a través de Nord-África, y eran ya cristianos. ¿Dónde habían oído hablar de Sara, Ishtar y Jesús? ¿En los territorios ocupados por los musulmanes? ¿Cómo podían conocer estas cosas, durante el camino desde la India a través del mundo islámico, hasta que llegaron a Europa?Otras tradiciones acerca del origen de la leyenda de Sara kali dicen que era una egipcia que servía a dos mujeres de nombre María (las "Saintes Maries") que eran de las que seguían a Jesús o parientes de su madre, y que habrían llegado a la Camargue por mar.Cualquiera sea el origen de esta leyenda, conduce siempre hacia la Tierra Santa, no hacia la India, y no tiene ninguna característica en común con la Kali india, como algunos tratan inútilmente de demostrar con teorías inverosímiles.

Santa Sara Kali.Tocando un poco el lado religioso del pueblo Rom. Los gitanos prefieren adorar religiosamente a la mujer que al hombre ya que su patrona o su santa se conoce como Sara la de Negro o Sara la Káli, mejor conocida como Santa Sara en la Iglesia Católica; de hecho existen dos leyendas: en una de ellas, la egipcia Sara era sirvienta de María Salomé y María Jacoba, que viajaba con ellas, después de una tormenta, Sara las guió hasta la lejana costa de Francia a través de las estrellas. En la otra leyenda un poco más interesante, Sara era una gitana que acampaba en la costa de Francia cuando se aproximó el barco de las santas María Magdalena y María Salomé, al acercarse a la costa se desató una tormenta y al igual que Cristo, Sara caminó sobre las aguas del mar sin hundirse y llevó a tierra firme la barcaza de las dos santas. Un documento antiguo sobre esta hazaña de Sara cita lo siguiente: «Una de las personas de nuestro pueblo que recibió una de las primeras revelaciones fue Sara la kalí. Ella era de cuna noble y era Matriarca de su tribu en la cuenca del Ródano. Ella conocía los secretos que le habían sido transmitidos... Los gitanos en aquél tiempo practicaban la idolatría, y una vez al año ellos ponían sobre sus hombros la estatua de Ishtari e iban al mar a recibir la bendición allí. Un día Sara tuvo visiones que le informaron que las santas que habían presenciado la muerte de Jesús estaban llegando, y que debía ayudarlas. Sara las vio llegar en una barca. El mar estaba embravecido, y la barca parecía que iba a hundirse. Sara extendió su vestido sobre las aguas y, usándolo como flotador, llegó hasta donde estaban las santas y las ayudó a llegar a la tierra firme».Los gitanos la llaman Sara “la Káli”, que en la lengua gitana significa tanto “la mujer de negro” como “la gitana”. En la cripta de la iglesia de Sainte-Marie de la Mer en la isla Camargue, a orillas del río Ródano, se conserva una estatua de Sara donde se supone que llegaron las dos Marías. Cada año, cientos de gitanos peregrinan a la iglesia. Hasta 1912, solo los gitanos podían entrar en la cripta y en nuestros días todos visitantes puede hacerlo y contemplar este lugar sagrado para los gitanos.El pueblo gitano es muy rico en este tipo de tradiciones, por lo que tratar en un solo artículo este extenso tema sería prácticamente difícil a la vez de inadecuado. Si bien no solo los gitanos cuentan con leyendas oscurantistas o de carácter religioso, el resguardo de su cultura del resto del mundo ha hecho que sea vista de manera única e incomparable a cualquier otra cultura con tradiciones mágicas y esotéricas. En próximos artículos seguiré tratando temas acorde a la cultura gitana. Que Santa Sara los bendiga.

viernes, 21 de noviembre de 2008

EL ARTE FLAMENCO-HOMBRES





Málaga en Flamenco. Teatro Cervantes

EL ARTE FLAMENCO

Málaga en Flamenco. Teatro Cervantes

IMAGEN GITANA

Cueva de María la Canastera. Sacromonte, Granada

LA COCINA GITANA




El pasado día 8 de abril fue el Día Internacional de los Gitanos, por eso y acercando culturas, y como no la gastronómica, vamos a conocer un poco la Cocina Gitana. Reconozco que he conocido a algunos gitanos pero nunca he participado de una comida con ellos, pero no solo eso, sino que desconozco la base principal de su gastronomía, así que, me he puesto a buscar y lo que mas me ha sorprendido es que lo caracteriza su cocina son dos ingredientes : los garbanzos y el azafrán.
La importancia de este último queda patente en un dicho “si la comida no tiene color, siempre hay quien protesta ¡Esto parece una comida de payos!. Los garbanzos en particular y los potajes en general, se debe a la ancestral costumbre gitana de cocinar en las hogueras, con fuego fuerte al principio y acabar con fuego lento, y sobre todo a que la comida tiene que estar bien caliente para combatir el frío y para dar más energía. Podremos decir que se alimentan con muchos vegetales en detrimento de pescado y carne, muy poco consumidos.
Un plato típico en Andalucía, sobre todo en Jerez debido a que es donde mejor se han integrado payos y gitanos, es la Berza Gitana, una de las pocas recetas gitanas que ha pasado de las humildes mesas gitanas a los grandes restaurantes y que sirve también como tapa en muchos bares. En su preparación entra la tagarnina, de la familia de los cardos, que en su momento solo la comían los gitanos, y a su lado los garbanzos, las alubias, 1 codillo entero de cerdo, de magro de cerdo, tocino de papada o panceta, con vetas de carne, morcilla, chorizo, manteca colorá, berza -col verde, apio, pimentón, comino y sal.
Otros platos típicos son Potaje de Nochebuena (a base de habichuelas remojadas, garbanzos remojados y bacalao remojado y un poco desalado); Andrajos (con de patatas, harina, bacalao seco y gambas); Olla Gitana (con garbanzos, calabaza y judías verdes); Olla con Peras (con judía blanca, judía verde, calabaza, almendras, peras y tomates) o los Zarangollos (a base de huevos, patatas, calabacines y cebollas).
¿Y el café?. Para los gitanos invitarte a un café en su casa es darte el reconocimiento de que ya perteneces a la familia, un símbolo de gran amistad. Delante de un café caliente es donde se tratan los asuntos de familia, los negocios y “los acuerdos de matrimonio”. La elaboración de este es muy sencilla, se hierve el agua en una olla y cuando rompe a hervir se añade el café, se deja reposar, se cuela y lo toman bien dulce.
No mucho mas, simplemente hemos querido acercarnos un poquito mas a otras formas de ser, estar y vivir.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

CAMARON EL PADRE DEL CANTE DEL FLAMENCO




La leyenda de Camarón
José Monge Cruz, Camarón de la Isla, nació en San Fernando (Cádiz) el 5 de diciembre de 1950. Fue el segundo de ocho hermanos y apodado "El Camarón" por su pelo rubio. Fué criado tras el calor de la fragua y el compás de la gente canastera. Desde niño ayudó a su padre, gran aficionado al cante flamenco, en la fragua donde trabajaba. A la muerte de éste, la familia pasó por duros apuros económicos, que determinaría la precocidad de Camarón, que desde los siete años comenzará a cantar por las ventas de los alrededores de San Fernando, en especial la Venta Vargas. Cantó junto a Dolores Vargas y la Singla entre otros e hizo varias giras tanto en Europa como en América.
En 1962 ganó el primer premio del Concurso Flamenco del Festival de Montilla (Córdoba) y tras ésto, su primera actuación profesional, en Sevilla, feria de 1963. Antonio Mairena, impresionado al escucharlo por primera vez, hizo que Miguel de los Reyes lo contratara para cantar en Málaga. Ya en Madrid, en el tablao "Torres Bermejas", conocería a Antonio Sánchez, padre de Paco y Pepe de Lucía... Ahí comenzó la leyenda.

jueves, 13 de noviembre de 2008

ACCESORIO FLAMENCO 7

LOS GITANOS CANTAN A LORCA



Los gitanos cantan a Federico García Lorca es un pack de dos cds con un total de 20 canciones cantadas al estilo del flamenco de los poemas de Lorca. Lorca cantó a los gitanos en su Romancero Gitano y en alguno de sus dramas como "Bodas de Sangre". En estos discos, los gitanos y los flamencos cantan a Lorca en un homenaje que combina el flamenco puro con el mestizaje musical. No faltan el Romance del Amargo ni el célebre Romance sonámbulo y su "Verde, que te quiero verde".

NIÑA PASTORI




'No hay quinto malo', último álbum de Niña Pastori y obra definitiva que marca un antes y un después en su música, la madurez de su carrera. Es su disco más personal, más asumido y más arriesgado. Niña Pastori ha participado en la composición de todas las canciones junto a su marido y productor, Julio Jiménez 'Chaboli', hijo de Jeros, el cantante y compositor de Los Chichos fallecido en 1995. Al lado de Niña Pastori y Chaboli están las guitarras de José Miguel Carmona y Juan Carmona, de Ketama, de Diego del Morao y de Paquete; el bajo de Carles Benavent, de Víctor Merlo y del Maka; la batería de Tino Di Geraldo y Angie Bao; la percusión de Luis Dulzaides

MUSICA FLAMENCA



Dos lágrimas es la continuación del exitoso "Lágrimas Negras". En esta ocasión, el cantaor sustituye a Bebo Valdés por otro conocido pianista cubano, Guillermo Rubalcaba. El repertorio del disco, autoproducido por el cantaor mezcla flamenco con boleros, chachachá, copla y tango. Ofrece nuevas versiones de temas como los boleros 'Dos Gardenias' y 'Compromiso' de Antonio Machín, o las coplas 'María de la O' de Rafael de León y 'Dos cruces' de Antonio Molina. Una de las sorpresas del álbum es 'Caruso' de Lucio Dalla, tema que se transforma en un mestizo tango argentino.
Músicos que acompañan a Diego El CigalaPiano: Guillermo Rubalcabaguitarra: Diego del MoraoPercusión: Tata Güines, Changuito y Sabú PorrinaTrompeta: Manuel MachadoContrabajo: Yelsy Heredia


CARMEN AMAYA





La Reina del Sacromonte - Carmen Amaya


En 'La Reina del Sacromonte' recopila algunas de las grabaciones de Carmen Amaya en las que canta y baila acompañada de las guitarras de José y Paco Amaya. Carmen fue una artista internacional que puso su arte y su raza en lo más alto del palmarés flamenco. Bailaora genial, sus brazos eran sarmientos atormentados que provocaban en el aire torbellinos de gracia y de misterio, de duende y de embrujo. Sus manos, palomas morenas e inalcanzables, parecían descoyuntarse en giros inconcebibles mientras que sus pies se movían con un ritmo casi epiléptico, como poseido por todo el compás de toda la raza gitana. Aunque en Carmen el baile fue lo fundamental y a él le debió su fama y su gloria, también cantaba como demuestra las grabaciones que ha dejado, pocas pero en las que se aprecia su buen hacer, con una voz gitana, ronca y tan personal, que de haberse dedicado al cante hubiera tenido mucho que decir.

jueves, 6 de noviembre de 2008

CARTAS DEL PUEBLO GITANO



Juan de Dios Ramírez-Heredia


Desde que tomé conciencia de mi condición de gitano, hace muchos años ya, he intentando transmitir a la sociedad mayoritaria una imagen distinta de la que tradicionalmente se ha tenido de nosotros. Todos mis esfuerzos han ido encaminados a lograr que se nos juzgue por lo que somos y no por lo que otros dicen que somos. Al fin y al cabo no he pretendido otra cosa más que hacer efectivo el principio constitucional del derecho a nuestra propia imagen. A pesar de todo, mucha gente se pregunta: ¿qué quieren los gitanos?, ¿qué les pasa, realmente, a los gitanos?, ¿qué piensan los gitanos de sí mismos?, ¿de verdad, desean los gitanos vivir como los demás?(2) Otras veces, los ciudadanos, en vez de preguntas formulan acusaciones tan graves como:– los gitanos no quieren cambiar sus hábitos de vida;– los gitanos no desean vivir en un piso, como la mayoría de los ciudadanos;– a los gitanos les conviene más permanecer en los suburbios, porque así escapan mejor del control de la policia;– los gitanos desprecian a los "payos" a los que tan sólo utilizan para su propio beneficio. Este libro podría ser el testimonio de mi propia experiencia personal. Hace más de veinticinco años que consagré mi vida a la defensa de los míos. He intentado, en cuantas ocasiones he tenido, poner de manifiesto nuestras inquietudes, nuestras ilusiones y nuestras justas reivindicaciones. En los artículos que he publicado a lo largo de mi vida, en las entrevistas de radio y televisión que me han realizado y, sobre todo, en mis intervenciones parlamentarias, tanto en el Congreso de los Diputados como en el Parlamento Europeo, he intentado ser portavoz de mi pueblo, de sus ansias por vivir mejor, de sus alegrías y de sus penas, de sus ilusiones y de sus desesperanzas. Mis propias vivencias, lo que aprendí y lo que sufrí en el seno de mi familia, me hicieron iniciar esta lucha en la que yo afirmo, como en su día lo hizo Martín Luther King, que tampoco nosotros podemos esperar.(3) Y así lo he repetido, y lo seguiré repitiendo machaconamente, cada vez que me suba a un estrado, siempre que tenga ante mí un micrófono, cada vez que coja la pluma, o entienda que hay una persona de buena voluntad que se interesa por nuestras cosas. Soy consciente, a pesar de todo, de que nuestra lucha, la lucha del pueblo gitano por conseguir librarse de la miseria en que vive buena parte de su población, tiene dos frentes: uno, lograr la intervención de los poderes públicos para poner fin a tanta miseria y marginación, y dos, que la sociedad, esa masa acéfala que con tanta facilidad critica y repudia lo que no conoce, valore nuestros esfuerzos y cambie radicalmente la falsa opinión que tiene de nosotros. Podría parecer que, a veces, pedimos a los gobiernos más de lo que podemos exigirles. Creemos que la mayoría de nuestros males podrían arreglarse si hubiera voluntad política para que así fuera, y a pesar de que en buena medida esto es así, es decir que de la voluntad política de los gobernantes depende en gran medida la solución a los problemas de los ciudadanos, no por ello desconocemos que de la voluntad personal también depende el que podamos superar la situación de estancamiento en que nos encontramos. A pesar de todo, las situaciones extremas de riqueza o de miseria las hacen posibles los gobiernos con sus políticas de mayor o menor control en el reparto de la riqueza y con los programas de desarrollo social y comunitario que puedan llevar a la práctica. Esta idea la plasmaba con absoluta claridad Robert Kennedy cuando afirmaba que no se puede admitir que los Gobiernos sean tan imparciales y tan libres de responsabilidad que puedan estar al margen de las causas que provocan el rápido enriquecimiento de unos pocos o la miseria más absoluta de muchos. Tal actitud podría poner en duda, incluso la propia legitimidad de esos Gobiernos.(4) Ya en 1820 afirmó Daniel Webster que "hasta el más libre de los gobiernos –caso de que pudiera existir– no sería aceptable, a la larga, si sus leyes tendiesen a producir una rápida acumulación de la propiedad en unas pocas manos, dejando a la gran masa de la población en un estado de dependencia y sin un solo céntimo... El sufragio universal, por ejemplo, no podría perdurar por largo tiempo en una comunidad en la que subsistiese una gran desigualdad en la propiedad." Hoy, cuando nos encontramos con que una élite concienciada de nuestro pueblo es la impulsora de la mayoría de las acciones promocionadoras y reivindicativas que realiza nuestra comunidad, no podemos olvidar a quienes fueron los pioneros en consagrar su vida al pueblo gitano. Me refiero, especialmente, a algunos curas y monjas que hace más de veinticinco años hicieron una opción por los más pobres y desprotegidos. Los gitanos europeos y especialmente los españoles, podemos dar testimonio de los esfuerzos realizados por un sector de la Iglesia católica seriamente comprometido con el Evangelio. En realidad nuestro movimiento de promoción lo iniciaron hombres y mujeres para quienes el mensaje de liberación del cristianismo iba más allá de los ritos y el "stablishment" defendidos por la jerarquía. Los primeros en sentar las bases de lo que debía ser un movimiento organizado, con participación cada vez mayor de los propios gitanos, fueron curas y monjas que en la época franquista fueron considerados como elementos perturbadores y peligrosos para el régimen. Y todo porque hicieron causa común con los más pobres y desprotegidos. Precisamente en 1966 –año en que se celebró la primera convivencia nacional de apostolado gitano, curiosamente reunida en el Valle de los Caídos y promovida por personas consideradas como mínimo molestas por los gobernantes de entonces,– Manuel Jiménez de Parga recogía en una de sus polémicas colaboraciones del semanario Destino, una cita de la revista francesa "Frères du Monde" que decía lo siguiente: "Se da el caso –triste contraste que ha puesto de manifiesto la sociología contemporánea– de que dondequiera que el hombre está crucificado por la pobreza de su condición y por el egoísmo de los privilegios, la Iglesia se encuentra escandalosamente ausente, sin haber sido capaz todavía de ponerse a la altura del Señor, que plantó su tienda de campaña, de una vez por todas, entre los pobres." Y en la página siguiente hallamos una cita de Jacques Maritain: "Mientras la sociedad moderna siga segregando miseria como si fuera un producto de su propia naturaleza, el cristiano no tiene derecho a tomarse ni un minuto de reposo."(5) Aquellas personas, entre las que se encontraban sacerdotes que habían consagrado su vida a la defensa de nuestra causa, supieron comprender, mejor que nadie, la fuerza que emana de la denuncia de los franciscanos franceses en la época dura y difícil de los comienzos de nuestra actividad organizada. Narcìs Prat González, Pedro Artigues, Pedro Closa, Jorge García-Díe, José A. Ferrer Benimeli, Alberto García Ruiz, César Royo, el padre Damián y la madre Milagros de Zaragoza, Francisco Botey, Juan Fernández, Jesús Gutierrez, Emilio Calderón, Pedro Puente y tantos otros, harían muy larga la lista de religiosos y religiosas comprometidos con nuestra causa. La lectura de las cartas que siguen no pueden entenderse si no se hace un esfuerzo por comprender lo que ha sido la vida gitana hasta épocas muy recientes. Y aunque es verdad que los gitanos españoles hemos conocido formas de persecución distintas de las de los gitanos del resto de Europa, especialmente en los dos últimos siglos, no es menos cierto que todos hemos sufrido un acoso inhumano y degradante propio del que se practicaba en los tiempos remotos de la Humanidad. La institución de la esclavitud ha perdurado hasta no hace demasiado tiempo. Algunos de nuestros hermanos todavía fueron esclavos en Rumanía en la segunda mitad del siglo pasado. Y si es cierto que los pueblos no pierden la memoria histórica el pueblo gitano debe tener muy presente que a lo largo de muchos siglos, se le pretendió esclavizar de mil formas distintas. Fueron esclavos de señores feudales cuando los hacían prisioneros en su éxodo desde la India hasta Europa. En nuestro país se les esclavizó condenándolos a vivir en determinados municipios de los que no podían salir bajo la amenaza de severísimas penas. Las Pragmáticas de los soberanos europeos les condenaban a tener señores a quienes servir, nuestras autoridades del siglo XVI y XVII les condenaban a remar en las galeras reales...
Canté para los esclavos,– proclamó soberbiamente Pablo Neruda–ellos sobre los barcoscomo el racimo oscuro del árbol de la iraviajaron, y en el puerto se desangró el navíodejándonos el peso de una sangre robada.
Y hoy vivimos esclavizados cuando se nos condena a la cruel marginación que representa el no poder salir del estado de miseria que impera en los suburbios y en los ghettos de nuestras grandes ciudades. Y de nuevo resuena en nuestros oídos la voz del genial poeta:
Yo canté para aquellos que no tenían voz.Mi voz golpeó las puertas hasta entonces cerradaspara que, combatiendo, la Libertad entrase.
La libertad es una conquista reciente de una parte de la Humanidad. Aún existen pueblos que perviven bajo el yugo de la esclavitud en algunos lugares del planeta. Esclavitud que no sólo adquiere la forma primitiva en la que el dueño disponía de la vida del esclavo y de la de su familia, sino que se manifiesta en la utilización del hombre para las tareas más duras y degradantes. Para algunos seres humanos los tiempos han cambiado muy poco. Sea en los países del Africa tercermundista, en las selvas vírgenes de América, o en el seno de nuestra industrializada y comunitaria Europa, todavía hay quien piensa como Aristóteles –aunque éste naciera 400 años antes de Jesucristo,– que "la utilidad de los animales domesticados y la de los esclavos son poco más o menos del mismo género. Unos y otros nos ayudan con el auxilio de sus fuerzas corporales a satisfacer las necesidades de nuestra existencia. La naturaleza misma lo quiere así, puesto que hace los cuerpos de los hombres libres diferentes de los de los esclavos, dando a éstos el vigor necesario para las obras penosas de la sociedad, y haciendo, por lo contrario, a los primeros incapaces de doblar su erguido cuerpo para dedicarse a trabajos duros, y destinándolos solamente a las funciones de la vida civil, repartida para ellos entre las ocupaciones de la guerra y las de la paz.(6) Las páginas que siguen contienen un testimonio de especial valor para demostrar cuáles son las inquietudes actuales del pueblo gitano. Por encima de lo que podamos decir quienes de una forma u otra estamos en la vanguardia del movimiento gitano, el lector tiene entre las manos la voz del pueblo sencillo que se manifiesta libremente cuando sabe que, con confianza, se dirige a quien cree que puede entenderle y ayudarle. Posiblemente la lectura de estas cartas ratifique en su pensamiento a quienes sostienen que el pueblo gitano no es mejor ni peor que el resto de los pueblos de la tierra. Que en el seno de nuestra comunidad se dan las mismas miserias y grandezas que puedan darse en cualquier otro colectivo humano y que, por lo tanto, sería como mínimo ingenuo pretender medir a todos los gitanos por el mismo rasero. Si el contenido de este libro contribuye a la reafirmación de estas premisas me daré por muy satisfecho. Por el contrario, sé muy bien que difícilmente vamos a convencer a los racistas, a los que están llenos de prejuicios, a los que están convencidos de "su verdad" y desprecian, por ignorantes, los argumentos que discrepan de los suyos. Estoy convencido de que a los amantes de las dictaduras, a los del "garrote y tente tieso", a los que añoran tiempos pasados de falta de libertades y de democracia, estos argumentos de nada les servirán. La venda que tienen ante los ojos nos les deja ver más allá de sus propias narices. En definitiva esos argumentos racistas y segregadores son propios de los fascistas, amantes de las dictaduras y del orden impuesto por la fuerza de las armas, del miedo o de la represión. El verdadero demócrata, como dice el autor inglés Ivor Jennings, en todo momento sospecha que no tiene siempre la razón. Este libro, obviamente, sólo podrá ser entendido, pues, por los verdaderos demócratas de nuestro país.

jueves, 16 de octubre de 2008

HIMNO GITANO

GELEM, GELEM
El Himno Internacional Gitano, lo compuso el romà yugoslavo Jarko Jovanovic a partir de una canción popular gitana de los países de la Europa del Este. Sus versos están inspirados en los gitanos que fueron recluidos en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Fue adoptado oficialmente como himno en el Primer Congreso Gitano, celebrado en Londres en 1971.


HIMNO EN CALO

Gelem, gelem lungone dromensarmaladilem baxtale RromençarA Rromalen kotar tumen avenE chaxrençar bokhale chavençar
A Rromalen, A chavalen
Sàsa vi man bari familjaMudardás la i Kali LègiaSaren chindás vi Rromen vi RromenMaskar lenoe vi tikne chavorren
A Rromalen, A chavalen
Putar Dvla te kale udaraTe saj dikhav kaj si me manusaPalem ka gav lungone dromençarTa ka phirav baxtale Rromençar
A Rromalen, A chavalen
Opre Rroma isi vaxt akanaAjde mançar sa lumáqe RromaO kalo muj ta e kale jakhaKamàva len sar e kale drakha
A Rromalen, A chavalen



HIMNO EN CASTELLANO
Anduve, anduve por largos caminosEncontré afortunados romàAy romà ¿de dónde veníscon las tiendas y los niños hambrientos?¡Ay romà, ay muchachos!
También yo tenía una gran familiafue asesinada por la Legión Negrahombres y mujeres fueron descuartizadosentre ellos también niños pequeños
¡Ay romà, ay muchachos!Abre, Dios, las negras puertasque pueda ver dónde está mi gente.Volveré a recorrer los caminiosy caminaré con afortunados calós
¡Ay romà, ay muchachos!¡Arriba Gitanos! Ahora es el momentoVenid conmigo los romà del mundoLa cara morena y los ojos oscurosme gustan tanto como las uvas negras¡Ay romà, ay muchachos!

FARRUQUITO



Juan Manuel Fernández Montoya, más conocido como Farruquito es un bailaor gitano y andaluz de flamenco, nacido en Sevilla en 1982. Es hijo del cantaor Juan Fernández Flores, El Moreno y de la bailaora Rosario Montoya Manzano, la Farru.



Vida artistica [editar]
Heredero de una escuela única fundada por Farruco, su abuelo, ha pasado toda su vida inmerso en el arte Flamenco más puro. Debutó en la escena internacional a los 5 años en Broadway con el espectáculo Flamenco Puro compartiendo cartel con las figuras más legendarias del Flamenco, entre ellas, su familia. Con 8 años presentó su primera temporada en la Sala Zambra de Madrid. A los 11, interviene en el vídeo-clip Camarón Nuestro y al año siguiente en la película Flamenco de Carlos Saura, frente a frente con el patriarca de la saga, El Farruco. Ese mismo año junto a su familia en bodas de Gloria, participó en la concepción artística y coreográfica del espectáculo. En 1992 participó en el Acto de Inauguración de los Juegos Paraolimpicos de Barcelona y con su abuelo, El Farruco, en el Pabellón de Andalucía de la Exposición Universal de Sevilla con el espectáculo Presente, Pasado y Futuro. El fallecimiento de Farruco en 1997 supone el relevo: a los quince años, Farruquito asume la responsabilidad de perpetuar la estirpe.
Con 15 años de edad crea su primer espectáculo, Raices Flamencas, donde se distingue a un bailaor de una nueva dimensión que acopla toda su tradición a una concepción artística personal prodigiosa. Desde su debut en el Royal Festival Hall de Londres esta muestra del flamenco más puro y racial se ha presentado con gran éxito en el Teatro de la Villa y Conde Duque en Madrid, en el Teatro Poliorama de Barcelona y en giras internacionales en Francia y Japón.
En 2001 presenta La Len Varo en el I Festival Flamenco de Estados Unidos. Tras sus actuaciones en Nueva York y Boston, el New York Times le consideró "el mejor artista que pisó la gran manzana en 2001". Al año siguiente Farruquito triunfa en su ciudad natal, Sevilla, con una temporada en el Teatro Central. El mismo año actúa en la Gala de los Premios Max.
En 2003, durante los meses de enero y febrero ha cosechó un éxito sin precedentes en la III edición del Festival Flamenco de Estados Unidos junto a su hermano Farruco de 14 años. Cabeza de cartel del espectáculo Por Derecho, realizó una gira por once ciudades norteamericanas donde la crítica se rindió ante su arte y personalidad. Igualmente su participación en el Festival Flamenco de Madrid en el Teatro Albéniz o el de Jerez en el Teatro Villamarta le supuso un éxito rotundo de crítica y público.
En 2003, Farruquito no pasó desapercibido a los ojos del fotógrafo Richard Avedon, del diseñador Antonio Miró, de la revista americana People que lo eligió como una de las personas más bellas del mundo o de la Academia de la Música que lo premió por su letra Dulce canela del disco María de Niña Pastori y por el sonido de sus pies en el disco homenaje a Jeros. El bailaor también ha estado al frente de la academia situada en Sevilla, que difunde los preceptos de la escuela Farruco.
Durante el mes de noviembre estrenó con gran éxito en el Teatro de la Maestranza de Sevilla su último espectáculo Alma Vieja. El éxito se repitió en el Teatro Albéniz de Madrid, donde durante cinco días se agotarontodas las localidades.
En 2004, Farruquito se retiró de las tablas debido a los hechos posteriores al atropello mortal de Benjamín Olalla.
El 24 de Julio de 2008, retornó a los escenarios tras la obtención del tercer grado[1] con el espectaculo Puro ante 2000 personas en Palma de Mallorca.






martes, 14 de octubre de 2008

ORIGEN DE LA PALABRA FLAMENCO

Etimología del término flamenco:
Mucha aceptación tuvo la hipótesis del origen arábigo defendida por más de un estudioso. La teoría titubea entre varios posibles entronques etimológicos, pues se ha supuesto que flamenco deriva de los siguientes vocablos árabes: felag-mengu (campesino tránsfuga), felaikum o felahmen ikum (labriego) y felagenkum o flahencou (cantos moros de las Alpujarras).
Pero la palabra “flamenco” cuando se pone en circulación es a partir del XVI y durante esa centuria y la siguiente se limitó a designar a los habitantes de los Países Bajos o a los soldados españoles de los Tercios de Flandes. No tenemos un solo caso en que se use en los siglos XVI, XVII y XVIII referida a los gitanos o al folklore. Por lo tanto, si en sentido parecido al actual el término no aparece antes de 1836, resulta bastante improbable que se trate de una derivación del árabe a los 350 años de la reconquista de Granada. Hay que buscar por otro camino:
La teoría del profesor M. García Matos nos parece la más acertada y a ella nos adherimos por ahora. Según Matos, “flamenco” procede del argot de fin del XVIII y principios del XIX, en el que significaba “farruco”, “pretencioso”, “fanfarrón”. Todavía tiene esa pluralidad de significaciones. Cuando decimos, por ejemplo, “no te pongas flamenco” es como si dijéramos “no seas fanfarrón”. Decir de alguien que es un “tío flamenco” vale tanto como decir que es un tipo generoso, farruco y “echao p’alante”.
¿Qué significa flamenco?
Desde que apareció la palabra en el folkore andaluz hacia 1836 significa “gitano”. ¿Por qué se les daba este nombre? Antes se les había llamado grecos, egipcianos, romaní, rom, dom, calorrí, calés, etc. ¿Por qué cambian de nombre y se califican a sí mismos de “flamencos”? ¿Por qué el término “flamenco” se aplicó inicialmente no a todos los gitanos españoles, sino exclusivamente a los andaluces? Creemos que existe la respuesta a estos problemas.
Hasta el reinado de Carlos III no gozaron los gitanos de una situación de igualdad jurídica con el resto de los españoles. Los delitos, casi siempre menores, a que en parte impelían las leyes persecutorias, habían originado leyendas tan absurdas como las tejidas en torno a los judíos. En consecuencia, y a raíz de la libertad que les concedieron las leyes humanitarias de Carlos III, el nombre de “gitano”, muy desprestigiado, era poco más o menos denigrante. Por esa causa debieron de adoptar el de “flamenco”. [...]
La significación de “flamenco” ha variado, pues, en el transcurso del siglo XIX: En su sentido argótico inicial significó persona arrogante y fanfarrona; luego, designó a los gitanos andaluces; más tarde, al cante puro gitano (soleares, seguiriyas, tonás, tangos, corridas o romances, alboreás, etc.) y a la postre, también el cante híbrido, resultante de la matización e impregnación de gitanería que experimentaron las canciones andaluzas (malagueñas, fandangos, sevillanas, alegrías, mineras, temporeras, tarantas, granaínas, cantes de trilla, nanas, etcétera ...) y a la inversa.»


«El origen de la palabra "flamenco" sigue, a lo largo de los años, siendo un enigma. Pero creo que entre tantas filiaciones existentes, muchas de ellas folklóricas, sólo tres poseen la suficiente credibilidad.
Ante todo, flamenco es uno de los nombres que se dieron a los gitanos en Andalucía, aplicándose sólo después al cante porque éste, en boca y por boca del gitano, es como se revela y comienza a difundirse.
J. M. Caballero Bonald apoya esta tesis, precisando que la vaga designación de "flamenco" se usó siempre en relación con algún pueblo perseguido y errabundo, especialmente con gitanos y moriscos. Nunca fue empleada, a no ser impropiamente, para referirse a ninguna parcela musical concreta de la tradición autóctona andaluza.
En efecto, "flamenco" procede del argot del siglo XVIII, y se empezó a aplicar, en Sevilla y Cádiz, a los gitanos a principios del siglo XIX. Luego, a final de dicha centuria, se precisó más su sentido. Flamenco designa lo "gitano-andaluzado". Cante flamenco equivale, por tanto, a cante gitano-andaluz. No todos los cantes abarcados por la denominación son, sin embargo, gitano-andaluces. Muchos son solamente estratos musicales cultos, del fandango primitivo, de la jota, del folklore andaluz, gellego, asturiano e hispanoamericano.
Para muchos aficionados, como el profesor García Matos, la palabra flamenco surge de "flameante", por lo encendido o fogoso que se muestra el cante en su expresión. Siendo "llama" el tronco común de "flamancia" y "flaman" la aplicación jergal de esta palabra.
También se puede buscar la etimología árabe. Para P. Barrusio, flemenco derivaría de la contracción de Fela Mengu, literalmente: hombre errante.»"Flamenco" significa en el habla coloquial: chulo, insolente, fanfarrón y "echao p'lante". Referido a una mujer: "un mujer bien puesta / una mujer bandera". La siguiente cita describe el carácter de ciertos grupos sociales o etnias que merecen por ello el apelativo de "flamencos":
Todos aquellos tránsfugas muestran ínfulas orgullosas. Los moriscos, a causa de su ilustre poderío perdido. Los judíos, porque se creen el pueblo elegido por Dios; los bandidos y mendigos castellanos, porque su raza se enseñorea del mundo. Y los gitanos, por su petulancia de pertenecer a una casta de sangre real cuya milenaria estirpe se remonta a los tiempos anteriores a Jesucristo.
Y desde este conjunto de locos orgullosos, surge, allá en las guaridas serranas, la aleación sigulra del estilo "flamenco". (Rafael Lafuente: Los gitanos, el flamenco y los flamencos.






HOLOCAUSTO GITANO




Durante muchos años, la suerte de los Gitanos europeos bajo los nazis fue misteriosamente ignorada, poco investigada y, en el mejor de los casos, tratada con distracción. Nada se dijo de ellos en la prensa controlada del tiempo de la guerra. Después de la guerra, los sobrevivientes daban la impresión de que querían olvidar esa experiencia o, peor aún, de que pensaban que lo sucedido era algo que se debía esperar: una forma violenta del rechazo que ellos ya habían experimentado por largo tiempo por parte de la sociedad. Por decirlo en términos prácticos, quizás no tenían manera de narrar su historia al gran público: carecían de una tradición de resistencia, de un portavoz, no tenían un poeta, ni disponían de una organización o de una prensa que clamara por ellos. Sus famosos violines no cantaban tragedias, hasta donde el público pudiera darse cuenta. En la vasta literatura contemporánea que se refiere al Holocausto (“Solución Final”, “Shoah”), los Gitanos estaban incluidos simplemente como una ocurrencia tardía: “(…) y un gran número de Gitanos (…)”, como si los detalles no fueran importantes o interesantes. El poco interés, o escaso conocimiento de los Gitanos víctimas del nazismo, después de la guerra, pude juzgarse por la mención hecha de paso, y del todo insuficiente, del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg. Para nuestra sorpresa leemos, sólo esto: “Los grupos de ataque recibieron la orden de fusilar a los Gitanos. No fue dada ninguna explicación del motivo por el cual este pueblo inofensivo, que en el transcurso de los siglos ha regalado al mundo con la música y el canto toda su riqueza, había de ser perseguido como animal salvaje. Pintorescos en sus trajes y costumbres, los Gitanos han proporcionado distracción y diversión a la sociedad, y a veces la han cansado con su indolencia. Pero nadie los ha condenado como amenaza mortal para la sociedad organizada, nadie fuera del nacionalsocialismo que, por boca de Hitler y de Heyndrich, ordenó su eliminación”. Se hace aquí referencia a las masacres realizadas por los Einsatzgruppen, destacamentos de grupos homicidas enviados a Polonia y a la Unión Soviética con la misión de llevar a cabo una ejecución sumaria de los comisarios políticos, los judíos y otros sujetos indeseables por su raza como los Gitanos. Esto sucedía a mediados de 1941, antes e que estuvieran funcionando los campos de exterminio, de los que el Tribunal, al parecer, no sabía nada en lo que concernía a los Gitanos. El silencio de los Gitanos persistió mucho tiempo después de que fuera posible enterarse de los secretos de Auschwitz. Esta es una grave laguna en la historia del racismo nazi y de la Segunda Guerra Mundial en general. ¿Cómo podía un grupo que había sido reconocido francamente por los mismos nazis de origen indo-germánico, o sea, no semita, ario, llegar a ser tratado con la misma fuerza homicida, desde la esterilización hasta el exterminio despiadada, igual que los Judíos mismos? ¿Qué clase de racismo lo provocó y por obra de quién? Sólo en el último decenio, más o menos, la literatura se ha enriquecido con estudios y recuerdos personales de sobrevivientes que decidieron que había llegado el momento de hablar. Sus informes, desafortunadamente, han sido publicados en pequeñas revistas y boletines de no fácil acceso. Queda aún mucho por hacer para que la suerte de los Gitanos en el contexto de la política racista del nazismo adquiera toda la claridad a la que tiene derecho. Nos hemos acostumbrado a identificar el “racismo” con el “antisemitismo”, y el “Holocausto” (o “Shoah”) con el extermino de los Judíos. El destino de los Gitanos europeos debería enseñarnos que el racismo tiene un significado más amplio y aún más siniestro. Ustedes podrían preguntar que si ellos no eran Judíos, o incluso remotamente semitas, ¿cómo explicar la crueldad con que fueron tratados? La respuesta es que la herejía del racismo no concernía sólo a los Judíos, sino que se refería a todo lo que no fuera alemán, la raza principal. Era una cuestión de sangre, el grave error que Pío XI condenó repetidas veces y que Pío XII calificó nuevamente, en la Encíclica inaugural de su pontificado Summi Pontificatus, como un ataque a la unidad de la raza humana. Que existiera un “problema de los Gitanos” desde hacía tiempo, lo confirma la historia de la policía durante el período pe-nazi. Todo contribuía a que ellos fueran objeto de la atención de la policía. No se habían asimilado a la sociedad y se inspiraban más bien en sus propias tradiciones de nómadas para su estilo de vida. Además eran todos demasiado “visibles”, y podían fácilmente ser objeto de hostilidades por parte de la gente y de la policía. La cuestión culminó con el registro de todos los Gitanos en los archivos de la policía. Esto les iba a costar mucho durante la guerra. La llegada del nazismo al poder agravó el peligro en que se hallaban. “La pureza de la raza” obsesionaba a los nuevos gobernantes. La infame ley de Nuremberg, del 15 de septiembre de 1935, estableció la norma: “en defensa de la sangre alemana y del honor del alemán”, los que no eran de pura raza alemana no podían ser ciudadanos. Los Gitanos eran considerados, por lo meneos, “antisociales”, imposibles de asimilar y con tendencia a la criminalidad. Y, lo peor, en fin: tenían sangre extranjera. El hecho de que constituían una parte infinitesimal de la población hacía que fueran los más vulnerables y un blanco provocador para los profesores racistas. En sus estudios, los racistas iban saliendo del dilema. He aquí el veredicto de los Gitanos: aunque se les reconociera origen indo-germánico, los largos años de su caminar, se afirmaba, habían hecho que ellos se mezclaran con los más bajos estratos de la sociedad de los países por donde pasaban. Por tanto, los Gitanos eran una raza degenerada, una amenaza para la pureza racial y, hasta cierto punto, un “enemigo interior”. En la estructura del poder nazi, ésta era una sentencia de muerte adoptada por un puñado de profesores. Y tuvo consecuencias trágicas para todos los Gitanos en Europa del Este y Occidental. Extrañamente, no se trató de una idea de Himmler al principio. Él estaba dominado por los expertos en cuestiones raciales; pero, en este caso, estaba convencido de que los Gitanos tenían raíces indo-germánicas. Esto lo intrigaba enormemente, e inventó un proyecto con el fin de tratar de salvar los mejores elementos de las dos ramas principales para finalidades científicas. Los segregaría en una reserva, permitiéndoles que vagaran libremente y siguieran practicando sus curiosas antiguas costumbres germánicas mientras eran objeto de estudio. Himmler no contó con el Partido. Y recibió un duro reproche de Martin Bormann, secretario de la Cancillería del Partido y el hombre más allegado a Hitler. Bormann escribía a Hitler el 2 de diciembre de 1942: “Ese tratamiento especial significaría una desviación fundamental de las medidas simultáneas de lucha contra la amenaza Gitana y sería mal interpretada por la población y por los líderes menores del Partido. Tampoco el Führer estaría de acuerdo en dar a una sección de los Gitanos su antigua libertad”. Inmediatamente, el 16 de diciembre de 1942, Himmler impartió la orden de que los Gitanos que estaban bajo su jurisdicción fueran enviados, sin tener en cuenta su categoría o grado de asimilación (unos treinta mil), a Auschwitz-Birkenau. Tendrían que permanecer allí en un “campo de familia” hasta que terminara la guerra. En un principio, no existía la intención de eliminarlos. Entre los que llegaban había soldados, algunos de ellos condecorados, llamados del frente oriental y también medio Gitanos. Tenemos que volver a los profesores del Partido, a los ideólogos, para buscar una explicación del siniestro curso que tomaron los acontecimientos. Aquí hay una infravaloración que, por mucho tiempo, nos ha dificultado comprender lo que era el nazismo. El “problema Gitano” cayó en las manos de u organismo pseudocientífico llamado “Centro de Investigación de Higiene Racial y de Biología de la Población” (Rassenhygienische und bevölkerungsbiologische Forschungtelle). Su director era un cierto doctor Robert Ritter. El ejército de estudiantes que examinó libremente el montón de documentos encontrados después de la guerra prestó poca atención al Centro. Dichos documentos terminaron en los Archivos Federales después de haber pasado secretamente a través de muchas manos. Al terminar la guerra, en 1945, habían sido eliminados por algunos miembros del personal a los que, durante los últimos años, les servían aún para sus tesis anti Gitanas. Se necesitará todavía mucho tiempo para que se revele claramente el verdadero papel que desempeñó el Centro y el procedimiento mediante el cual relegó arbitrariamente a los Gitanos como raza equivalente a la semita. Este instituto de pseudoinvestigación, tipo muy común en la época del nazismo, realizó el fatídico análisis por motivos de pureza racial, abriendo las puertas al holocausto de los Gitanos, ya sea en Auschwitz o fuera de Auschwitz. Todo comenzó con la eugenesia. Una de las asistentes del doctor Ritter escribió una tesis en la que sostenía que los Gitanos eran irredimibles racialmente y debían ser esterilizados. ¿Se podrá, o se deberá decir que fue la responsable de la subsiguiente esterilización de los Gitanos menores de doce años de edad? ¿Cuál fue la responsabilidad del Centro en las masacres que siguieron después de que se declaró que los Gitanos eran una raza degenerada que no merecían ni siquiera ser llamada indo-germánica? El Gobierno de la República Federal de Alemania, sin duda en un esfuerzo por evitar graves pleitos, sostiene que los Gitanos fueron víctimas, no por motivos raciales, sino porque constituían una amenaza para la seguridad. Esta consideración podría ayudar a explicar por qué existe la tendencia a minimizar los aspectos raciales del “otro Holocausto”. Como los Judíos, los Gitanos fueron despojados de la protección legal; estaban fuera de la ley. Dice un informe de una escritora reciente (Gabrielle Tyrnauer): “Siguió el resto: esterilización forzada, deportación a campos de trabajo y de exterminio, represalias con experimentos médicos y, en fin, aniquilamiento masivo a bala o con gas”. ¿”Campos familiares”? ¿Cuánto sabemos, realmente, de la situación de los Gitanos en Auschwitz después de la orden de Himmler en 1942? Un testigo sumamente importante, aunque no se le debe dar necesariamente todo crédito, fue Rudolf Hoess, Comandante en el campo de exterminio desde mayo de 1940 hasta el 1 de diciembre de 1943. En el verano de 1941, Himmler le advirtió que el Führer había optado por la “solución final” del asunto Judío. Se había elegido Auschwitz por motivos de transporte. Hoess debía cumplir la orden de Hitler, pero no lo debía decir ni siquiera a su superior inmediato. Después de la guerra, Hoess dio un testimonio sobre lo que sabía de los Gitanos que habían sido llevados a Auschwitz: “El grupo que seguía en número (después de los rusos) era el de los Gitanos. Ya mucho antes de la guerra se les había reunido en campos de concentración como parte de la campaña contra los elementos antisociales. Un departamento de la Oficina de Policía Criminal del Reich estaba encargado únicamente de la supervisión de los Gitanos. Se realizaron repetidas investigaciones en los campamentos Gitanos para buscar a los que no eran verdaderamente Gitanos y enviarlos a campos de concentración como vagabundos o antisociales. Además, los campos Gitanos eran revisados constantemente por motivos biológicos. El Reichsführer (Himmler) quería asegurar la preservación de las dos ramas principales de los Gitanos; no recuerdo sus nombres. “En su opinión, ellos eran descendientes directos de la raza original indogermánica, y habían preservando sus usos y costumbres más o menos puros e intactos. Los quería tener todos reunidos por motivos científicos. Debían ser registrados exactamente y conservados como monumento histórico. Más adelante se les recogería en toda Europa y se les adjudicarían zonas reservadas para vivir. “En 1937 y 1938, todos los Gitanos itinerantes fueron reunidos en los llamados campos de habitación, cerca de las grandes ciudades, para facilitar la supervisión. En 1942, sin embargo, fue impartida una orden por la cual todos los Gitanos que se hallaban en territorio alemán, incluso los pertenecientes a las medias castas, debían ser arrestados y transportados a Auschwitz, sin tener en cuenta el sexo y la edad. La única excepción eran los que habían sido reconocidos como miembros de pura sangre de las dos tribus principales. Estas debían instalarse en el distrito de Oedenburg, cerca del Neusieldleree. Los que eran enviados a Auschwitz debían permanecer allí hasta el fin de la guerra en un campo de familia”. El informe excepcional de Hoess arroja algo de luz acerca de la primera fase de la política contra los Gitanos. En la versión de Hoess, los Gitanos, para Himmler, no eran semitas. En un principio, no tenía ninguna intención de destruirlos como a los semitas. Él no hacía caso de la doctrina de pureza racial de los ideólogos del Partido. Hoess no pudo decir cuántos Gitanos había en Auschwitz-Birkenau. “Por lo menos, dijo, llenaban completamente” una parte del campo destinada a diez mil (esta era una manera de decir que había el doble). Las condiciones de vida eran atroces y la mortalidad, especialmente infantil, en este “campo de familia” era impresionante. La presencia del doctor Otto Mengele, el “doctor loco”, debería indicar suficientemente lo que allí sucedía. Himmler realizó personalmente una inspección a Auschwitz. En primer lugar, ordenó a los Gitanos que podían trabajar, debían ser separados, como los Judíos, y puestos a trabajar, es decir, trasladaos a los campos de trabajo, Cuando Hoess le hizo notar que eso no era lo que él mismo había concebido (como un “campo de familia”), ordenó inmediatamente que la Policía Criminal del Reich resolviera lo que pudiera. Por extraño que parezca, ese proceso de “resolver”, según Hoess, duró dos años, hasta 1944. Cuando terminó, quedaban cuatro mil Gitanos en Birkenau y fueron enviados a las cámaras de gas, según Hoess. Esto sucedía a fines de julio de 1944. Hoess no menciona la suerte de los otros que fueron enviados a trabajar como el de Matthausen. ¿Cuántos fueron los que sobrevivieron a esta prueba? Los Gitanos que llegaron después de que fue cerrado el “campo de familia” fueron llevados inmediatamente a las cámaras de gas. Se ha dicho que fueron treinta mil los Gitanos que estaban en Alemania. Es un número bastante probable, si se tiene en cuenta los datos anteriores de la policía. Pero el territorio donde había más Gitanos no era Alemania (o Austria), sino Europa del Este. Es difícil establecer estadísticas ciertas al respecto, sobre todo si se quiere incluir a los medios Gitanos. Las ejecuciones sumarias (masacres) se llevaron a cabo muy fácilmente durante la guerra. No existía un programa para deportar a los Gitanos como el de Eischmann. Se podía matar en todo momento. Actualmente se han hecho distintas evaluaciones acerca del número de víctimas. Donald Kenrick, investigador minucioso, llegó a calcular hasta 277.200 Gitanos muertos bajo el dominio nazi. Según sus cálculos el mayor número de víctimas fue en Yugoslavia, donde murieron 90.000. La explicación de esta cifra tan elevada (seis veces más que en Alemania) se debe quizás a la puesta en práctica de feroces represalias (100 por uno) a las acciones de resistencia en Croacia y Serbia, y también a las malas condiciones de los campos de concentración en esa zona de los Balcanes. Los Gitanos eran los rehenes más fáciles de tomar. Ese mismo escritor piensa que, con una investigación más cuidadosa, se podría llegar a un total quizás mucho más elevado. Actualmente se calcula que entre quinientos mil y un millón de Gitanos murieron víctimas del “otro Holocausto”.

ORIGEN DEL BAILE FLAMENCO

El llamado arte flamenco, cualquiera que sea su origen, lleva en su entraña, aunque inmerso en el más sorprendente exotismo, un aliento racial, una vena hispana que hace vibrar el ánimo y obliga al esfuerzo.

La razón del uso de la palabra flamenco, aplicada a los cantes y bailes de Andalucía, ha sido estudiosamente investigada por multitud de eruditos. Y las conclusiones son múltiples y diversas.
Así, se ha asegurado que "flamenco" es una corrupción del árabe "felag-mengu" (labrador huido). Felipe Pedrell la explica, no creyendo imposible que el cante que nos ocupa hubiera sido traído a España por los flamencos de Carlos V.
Otros técnicos afirman que fue la esbelta silueta, larga de pierna y sucinta de talle, de los cantaores de los siglos XVIII y XIX -por alguna forma comparable a la zancuda flamenca-, la que le dio origen. También se ha dicho que de las propias características del canto -ardiente, vívido, flameante- le proviene el nombre.Desde un principio, al origen de los cantes flamencos se le han atribuido tres influencias germinales: la árabe, la hebrea y la gitana. Sin perjuicio de que los sustentadores de cada una de estas teorías recabasen para su postulado el patrimonio esencial del arte jondo. Así, Medina Azara proclama como procedentes de la liturgia semita a cantes fundamentales del flamenco, desde la siguiriya y la saeta hasta el fandango. Mucho antes, Pedrell había creído encontrar antecedentes judíos en el martinete.


En cuanto a las presuntas raíces gitanas, sus defensores no se han andado por las ramas, y nada menos que a la debla, a la caña, a la siguiriya, a la toná, al polo, a la soleá, al corrido, al martinete y a otros cantes más les han atribuído ascendencia calé.
Hoy en día, el primigenio origen hebreo de algunos cantes está muy discutido y puesto en "tela de juicio", y en algún caso -García Matos, en el Anuario Musical del Instituto Español de Musicología- se ofrecen pruebas suficientes para la negación rotunda.
Segun otras fuentes, al origen gitano de los cantes mayorazgos del flamenco no hay urgente necesidad de referirse, por cuanto en la actualidad dicen que está demostrado que los gitanos, salvo raras excepciones de menor cuantía, no hicieron otra cosa -lo que bien analizado es bastante, y muy importante- que prestar a ciertas matrices, de cantes andaluces el acento de su personalidad inconfundible, al interpretarlos con auténtica genialidad casi recreadora.
Lo que es indiscutible hasta el momento es la segura afirmación de que la música andaluza, lírica y coral, del Medioveo, se nos ofrece con iguales caracteres en los siglos XV y XVI, perdiéndose la pista de ella en este último siglo hasta que vuelve a aparecer viva a finales de siglo XVIII, afectada por una extraña técnica y en poder de los gitanos. ¿Qué ha ocurrido en ese período andaluz para que una música polifónica, coral y lírica reaparezca, con unos caracteres absolutamente distintos: solitaria, individualista y sobre todo, dramática? La respuesta pertenece a la Historia.A continuación, pretendo mostrar la genealogía del flamenco, monstrando indivualmente, treinta y tres cantes, que sin pretender desprestigiar a los demás, constituyen los más genuinos y representativos entre los que forman e integran las diversas ramas estilísticas del sorprendente y variadísimo mundo lírico y dramático que es el cante flamenco.


CANTES DE BAILES

FANDANGOS
El fandango es uno de los cantes más generalizados del folcklore del Sur. Su origen antiquísimo quizás pueda buscarse en las cantiñas que, en los siglos que siguieron a la expulsión de los árabes, se extendieron por todas las provincias de Andalucía.
En alguna de estas provincias, el fandango, sin perder demasiado sus características esenciales, adquirió una fisionomía, una personalidad claramente diferenciada, surgiendo así los diversos estilos de Málaga, Granada, Lucena, Alosno, Huelva, etc.
Por otra parte, el fandango no sólo tomó carta de naturaleza en Andalucía, sino que también arraigó en otras regiones españolas, y, como baile -baile en tres por ocho y de ritmo claro-, llegó a alcanzar envidiable hegemonía en la España goyesca de los primeros años del ochocientos.
Como hemos dicho antes, muchas de las provincias andaluzas tienen su fandango: Málaga, Huelva, Alosno en Granada y Lucena de Córdoba. Entre estos estilos, los más trascendentales son los de Lucena y los de Huelva. Estos últimos, son cantes entre ingenuos y maliciosos, siguiendo la construcción del fandango clásico en cuanto a estructura, pero su melodía es original y personalísima.


TIENTOS
El origen racial de los tientos se ha prestado a las más encontradas opiniones. Mientras algunos teóricos aseguran que los tientos constituyen un cante genuinamente gitano, traído por las primeras caravanas nómadas que se afincaron en España y que cantaban y bailaban apoyados rítmicamente en el antiguo "son" de la tradicional tambura de Oriente, otros tratadistas afirman como indudable su ascendencia árabe, apoyándose para su proposición en cierta similitud de compás que los tientos tienen con algunas danzas moras.
Nada más lejos de mi ánimo que hacer de juez en esta controversia; lo que sí dire es que los tientos, melódicamente y tal como hoy se cantan, acusan gran semejanza con ciertas modalidades de las soleares, y que, como baile, es de grandeza dramática casi ritual, en la que la dignidad de los gestos, la plástica de la actitud, evoca un sentimiento de litúrgica expresión alejado en sus giros y movimientos de todo contorsionismo, de cualquier prurito virtuosístico.
El Marruco, viejo cantaor gitano que tuvo gran prestigio en su tiempo, fue quizás el primer famoso especialista de los tientos. Más tarde, el célebre Manuel Torres, el cantaor gitano de más rajo o emotividad expresiva que se recuerda, el que, según la frase poética de García Lorca, "tenía tronco de Faraón", hizo de los tientos uno de sus estilos favoritos, ganando definitivamente para este cante la mejor popularidad.


SEVILLANAS CORRALERAS
Llegamos a las sevillanas, el más genuino cante y baile, y el más conocido por el público mayoritario. Brazos expresivos y pies ligeros; recato y un punto de pimienta en los movimientos; flexibilidad -lenta la cintura, ágil el paso- en el garboso giro; ingenuo y malicioso, insinuante y huidizo, el cambio; éste es el baile. El cante es fino, sugeridor, intencionado, y en sus diversos estilos antiguos nos trae el recuerdo de una Sevilla personalísima que vivía cara al mundo ofreciendo al asombro y al amor de todos -¡el embrujo de Sevilla!- la fisionomía única de su espíritu inmarchitable.
Entre estas antiguas sevillanas, las más populares son las denominadas sevillanas corraleras. Porque las sevillanas corraleras han nacido en esos barrios que, como Triana, la Macarena, San Bernardo, La Feria y la Alameda, han dado a Sevilla su más típica y personal fisionomía. Barrio de casitas con tejados bajos y balcones policromos, rebosantes de macetas con flores; de casitas ingenuamente pintadas de azul, de rosa, de verde o blanca cal andaluza, y que albergan, a lo más genuino del pueblo sevillano. Y es aquí donde surgieron las sevillanas corraleras, sevillanas ácidas como las aceitunas, con el calor del vino de Sanlucar, en las que la melodía se olvida algo de su innata finura para adentrarse en un mundo mas abigarrado.
El origen de las sevillanas puede encontrarse en el ritmo ternario de las seguidillas manchegas, que se remontan al siglo XVI; también se deben señalar las coincidencias métricas -cuatro versos, primero y tercero de siete sílabas, segundo y cuarto de cinco- de las letras de estos dos estilos folklóricos.




MIRABRAS
El mirabrás contiene el suave y grácil acento de la baja Andalucía, y el nervio y la fuerza, llena de sugerencias, de la alta Andalucía campera.
Cante para el reposo de la faena, mientras el sol se desgrana; baile para el corro flamenco de un patio andaluz, cante para dicho, insinuando amores; baile para habarnos de pasión despierta, el mirabrás juega, en flamenco juego de ardor, su doble perfil, su cara y su cruz...


ROMERAS
Romero el Tito, fue un cantaor muy popular en los cafés cantantes del siglo XIX; sobre todo, de los cafés cantantes de la baja Andalucía, ya que fue cantaor de plantilla en los sevillanísimos Burrero y Café de Silverio, y también cantó con mucha frecuencia en Cádiz, en los Puertos y Sanlúcar de Barrameda.
Estilista de instinto rítmico inimitable, tuvo estilo propio inconfundible, haciendo de los cantes con baile creaciones realmente personales. Por sus giros rítmicos, por la firmeza rotunda de su compás, era el cantaor preferido por las bailaoras de tronío, que lo llamaban de todas partes. De la garganta de Romero el Tito, las bulerías, las alegrías, los tangos surgían ya hechos baile.
Por esto, Romero no cesaba de buscar incansable, nuevos ritmos o siquiera variantes para sus cantes con baile. Así, en una de sus estancias en Sanlúcar de Barrameda encontró el torrijos, cante ligero que el pueblo había adoptado justamente en aquellos años. Así, de una antigua cantiña hizo o recreó un estilo bailable, al que aplicó su propio apellido, titulándolo romera.
Cante dinámico y valiente, la romera se popularizó muy pronto, siendo muchos los cantaores que la han cultivado y cultivan como cante independendiente.


BULERIAS
La elegancia, es el más definidor patrimonio del pueblo de Jerez, ciudad de Andalucía que puede ser calificada como la naturall aristocracia del suelo andaluz. Así era también en los años en que los mejores estilistas flamencos se daban allí cita, convirtiéndolo en el principal y más serio emporio flamenco del siglo XIX. En los años en que a la sombra de los cantes mayores, tomando su esencia rítmica de la soleá, nació la bulería.
La bulería es la gracia, gracia de marisma y trigal, gracia ardiente del Sur hecha copla y ritmo. Porque la bulería canta y baila la voz y el compás de la antigua Andalucía gitana.
Como hemos dicho su acento tiene ecos cuando Silverio, o el Chato de Jerez, o Manuel Molina, exprimiendo sus vida en los tercios, pontificaba con la siguiriya, oprimiendo los pechos en una angustia insostenible, que dejaba en la atmósfera rastros de luto y sangre, y que sólo se rompía cuando una gitanilla se arrancaba garbosa con los desplantes, replantes y plantes gitanos, de un baile por chuflas, que luego, en seguida, se convirtió en bulería.
La bulería, fiel a la matriz originaria, fue en sus principios casi lenta y muy acompasada, y su único destino era el baile. Después, los cantaores han ido ampliando la importancia de su voz y aligerando su ritmo, hasta hacer de ella un cante individualizado, tan difícil como un soleá auténtica. Puede decirse, sin miedo a grave error, que ha sido el Gloria -cantaor de excepcionales cualidades vocales- y Camarón de la Isla -en nuestros tiempos- los que han logrado para la bulería la trascendencia de legítimo estilo.




CARACOLES
Parece ser que los actuales caracoles proceden de una antigua cantiña titulada "La caracolera", cantiña, naturalmente, bailable y que los cantaores fueron agrandando, añadiéndole tercios o fundiendo con ellas otras cantiñas.
Posiblemente fue el señor José, el de Sanlúcar, el primero que dio importancia al estilo, siendo luego el gran don Antonio Chacón -el gran payo como le llamaban los cantaores gitanos- su máximo mantenedor y su propagador genial.


TANGOS FLAMENCOS
Según algunos teóricos, para proclamar el origen árabe del tango flamenco, no hay sino comparar su ritmo monótono, uniforme y lento -tan distinto de los complicados contraritmos de las palmas gitanas- con el compás simple de algunas danzas moras. De todas maneras, esto es insuficiente, y para muchos, fuere cual fuere su génesis, la historia del tango flamenco -que se bailó mucho antes que naciera la bulería- se reduce a su natural evolución como estilo al pasar por las distintas épocas y sus diversos cultivadores. En este aspecto puede decirse que el melos de las soleares ha ejercido sobre él gran influencia, hasta el punto que muchos proclaman el tango flamenco como un derivado de la soleá.
Como se ha dicho antes, el tango flamenco es pausado, y como baile, en sus actitudes y en sus gestos tiene -como los tientos- la fisonomía trascendente de una danza ritual.
Las características de su plástica parecen evocar la mímica oriental, y en su marcado sensualismo, y la expresividad del movimiento de los brazos, nos hace pensar en una civilización y un arte al que nos ligan poderosas raíces.


ALEGRIAS
En el siglo XIX, Cádiz, como Jerez, fué uno de los centros esenciales del cante jondo. Pero la Cádiz del siglo XIX no sólo fué emporio de los cantes trascendentales del flamenco, sino que, apoyándose en la antiquísima tradición de sus cantiñas, fué la creadora de unos estilos ligeros y chicos, alegres y sensuales, y con ritmos claros de baile, como, por ejemplo, las alegrías.
Pocos cantes y bailes de la baja Andalucía tienen la finura y la gracia de las alegrías. De tercios breves, ondulados y rítmicos, que se rizan y desrizan en el aire con el garbo de una revolera, es el más genuino cante con baile de las marismas. Las alegrías son un trasunto de las antiguas soleariyas, y a esto se reduce la historia de su ascendencia.


CANTES DE LEVANTE

Los cantes de Levante brillan con luz propia entre los diversos estilos del arte jondo. Así, junto con los genuinos cantes gitanos, como la alboreá, junto al estilo de Jerez, serio y puramente flamenco: junto a las alegres cantiñas gaditanas, hechas para el baile, y junto a la emoción trágica de los cantes solitarios como el martinente, la debla, la carcelera y la toná, las formas levantinas del cante tienen una expresividad extraordinaria y un acendrado verbo, tan acusado, que han merecido la dedicación especializada de algunos de los más grandes cantaores.

TARANTAS
Cabeza inicial del estilo levantino es, sin duda posible, la taranta. Cante largo, duro, áspero y viril, sin más influencias en sus génesis que las del fandango -pese, a que algunos tratadistas aseguran, que desciende de las rondeñas y jaberas-, la taranta es, el cante minero por excelencia. Nacida en las cuencas mineras más inhóspitas, la taranta refleja en sus tercios atormentados, en sus desgarrados trenos, el sobrehumano esfuerzo, y la terrible fatiga de sus cultivadores primeros.
Cante muy cromático, y, por lo tanto, muy expresivo, rítmicamente se canta un poco "add libitum" del cantaor, sirviendo la guitarra como apoyo tonal y de mantenedora del ritmo. Posiblemente en sus iniciaciones como cante la taranta se sujetase a una más ajustada medida, ya que es casi seguro que fueran los cantaores de grandes posibilidades vocales -el Alpargatero, el Canario y otros- los que, para su lucimiento, alargando los tercios y las frases con toda clase de florituras, terminaran deformando la exacta fisonomía del originario compás.


CARTAGENERAS
Nacida de la taranta, y con ciertas inflexiones de la malagueña, la cartagenera puede muy bien situarse emotivamente entre aquellos dos cantes. Su melo es mucho más lineal y diatónico que el de la taranta, y por ello no produce tan exacerbada tirantez expresiva y también es menos ácida y bronca. Y no es que la cartagenera no se desenvuelva en un clima de auténtica creación flamenca, sino que en fondo de su dolorida queja late una tenue luminosidad, una esperanzadora claridad, en la que se presenta ineludible y salvadora la influencia mediterránea.
En la cartagenera ya no se trata sólo, como en la taranta, de la eclosión arrolladora e inaudita de los sufrimientos encerrados en la agotadora tarea minera, sino que discurriendo por los viejos caminos tartaneros, entre el polvo y el calor del sol levantino, encuentra los cauces de una expresión más dulce y suave: los cauces que separan la turbia e inhumana entraña minera del tibio horizonte del Mediterráneo.